Creo que lo complicado en esta vida, está en saber reconocer hasta dónde somos capaces de llegar, dónde se encuentra el punto de decir: hasta aquí soy capaz, no puedo abarcar más. Y es que la avaricia rompió el saco, y sea en el asunto que sea, el ser humano peca de sentirse capaz de todo, y de querer cuanto más mejor. Hasta ahora me he arriesgado alguna que otra vez, y he abarcado "un poquito más" que la vez anterior. Hasta ahora me ha salido bien, al final he llegado a buen puerto, y cuando lo hago, me siento orgullosa. Sin embargo siempre se me queda ese regusto amargo, de pensar que igual estoy incrementando el umbral, y si la próxima vez lo sobrepaso, puede que ya sí que no cumpla la meta.